Recuerdo que cuando era pequeña y leía el cuento de "Los tres cerditos" no podía evitar pensar: ¿Pero por qué se hacen la casa con paja? ¿No ven que no es resistente?

Ahora que he conocido a Martí Ardanaz, el CEO de La Bioconstructiva, o “LaBio” para los amigos, debo decir que ha hecho volar por los aires –como si el lobo hubiera soplado muy fuerte– esta antigua idea de que las casas deben estar hechas de hormigón y ladrillos.

Su proceso constructivo es muy interesante: la paja se utiliza para rellenar paredes y hacerlas más aislantes del frío; la tierra prensada para construir muros que aíslan muy bien del calor y la madera para crear una sensación térmica y acústica muy confortable.

Cuando tuve que diseñar su logotipo no dejaba de pensar en plantas y en elementos orgánicos, vivos, porque me reforzaban la idea de casa viva.
De ahí surgió la idea original. Os enseño el proceso creativo.