Este proyecto nace de la buena relación con Aemtia, en concreto con Edgar, su CEO.

Empecé siendo clienta de AEMTIA por recomendación de una amiga. Ya desde el principio, me gustó mucho el trato recibido, muy cercano y facilitador, además me sacaron de algunos apuros burocráticos con una facilidad y una rapidez increíbles.

A partir de ese momento, empecé a fijarme en la imagen de la marca. Muy formal, muy estirada, muy negra, muy seria, muy de bufete de abogados tradicional y soso. Muy poco AEMTIA, muy poco como era Edgar, con un punto cercano-travieso y muy profesional.

Así que empecé a comerle la cabeza a Edgar sobre que deberían cambiar su imagen, que no reflejaba su esencia, lo que les hacía diferentes de otros asesores, etc.

Al final lo conseguí y me dijo “vale, va, hagámoslo”.

Y de esta confianza en mi visión y las ganas de darle una vuelta a la marca, nace este proyecto que ha conllevado reuniones, cafés, charlas, reflexión y mucha ilusión.

Para darle vida a la web, confiamos en el trabajo de Lucie de Coco Fibre, que captó a la perfección mi idea de branding y la explotó y la hizo crecer.